A pesar de todos los ayes,
la música, premisas,
relaciones que mueren
a través de los prismas,
ilusiones que emergen
sin avisos, sin prisas.
Uno y otro conflicto
deslizando profundo
la libertad precisa.
Los cantos, que no llegan,
la oración que se oculta,
la venta de recursos
y el préstamo a la vista.
Los locos comentarios
del vendedor de muestras,
la muestra de que todo
se olvida o se margina
muy según lo que cuesta,
a pesar de los premios
y pérdidas apuestas.
A pesar de los días
con su ilusión a cuestas
regalándonos nada
que soñando pudiera
avanzar en la noche
que cada quien, arrea.
A pesar de los tontas
ilusiones perdidas,
olvidos de la agenda,
el beso que esperaba
pero que nunca llega,
el abrazo perdido
detrás de las ofrendas,
una noche sin llantos
teniendo luna llena
y el sol aventurero
que alguna vez sintieras.
Y la luna, asomando,
detrás de altas tejas
nos grita «hasta cuando»
con todo lo que esperas:
y ya no esperas nada,
solo estar en la puerta
¡de todos los principios
que alguna vez tuvieras!