A conciencia:
estar sin estar,
quedar yerta,
apagar sinsabores,
jugar al escondijo
y esconderse,
conocer las ranuras
del extenso universo,
yerta en la ineptitud
tallada y sin reservas.
Perderse en la llanura
de los hermosos sueños.
Reaccionar sin medida
y sin misterios.
Vivir a plena luz,
la luz del día.
Añorar la añoranza
de las canas perdidas.
A conciencia:
volar mi propio vuelo,
sin muchas consecuencias.
Escribir los poemas,
sin versos y sin rimas.
Reir a toda máquina,
sentir a toda angustia.
Ser y no ser
en una sola lápida,
donde cada recuerdo
tenga vida.
Trashumente o letárgica,
con la paz
que conozco.
Así quiero vivir
lo que me queda de vida.