En esta fría tarde
entre tantos motivos,
hay el motivo airoso
de volcar los recuerdos
que, por siempre, has tenido
en ese decretar
de los sueños perdidos.
En esta fría tarde
que saludan los pinos,
con su abanico alegra
abrazando motivos,
es tiempo de recuerdos,
entra cantos y trinos,
recordando de pronto
nuestros viejos caminos.
Los que siempre tuvieron
la virtud de servirnos
de la grandeza propia
entre árboles, flores
y frutos escondidos
para la nueva zafra
que verterán benignas
las ramas, cobijando,
olores y sabores
por siempre bienvenidos.
En esta fría tarde
la que siempre, en recuerdos,
hace juego de años
que nunca se perdieron
de las memorias
y el recuerdo sincero
de los cantos y aromas
que siempre tradujeron
ese amor infinito
por la Patria y su suelo.