Sobre todo lo posible,
es posible mirar
los decires del cielo:
a veces nubes todo,
a veces claro, claro.
A veces son nocturnos,
sin respetar las horas
del sol y sus dictados.
Sobre todo lo posible
es posible sentir
lo que dicen las aguas
a veces susurrando,
a veces tan calladas…
Cual si fuera un espejo,
nos muestra cristalina
el tiempo y su distancia.
Y, a veces, tantas veces
cuando pasan los barcos,
es alegría de rutas,
en toda la jornada.
Sobre todo lo posible,
es posible también,
adivinar los vuelos
hacia cada paraje,
según marchan las aves.
Mientras el sol se esconde
detrás de cada nube
dispuesta a amenazarte
en cada brisa fresca,
con sus giros de lluvia
quizá, por saludarte.
Sobre todo lo posible,
es posible también
adivinar momentos
cabalgando en las horas,
mientras persevera el viento…