Hoy, lo juro,
la brisa fue feliz:
oyó canciones que cantaban
aquellos que remaban y reían.
Silbó, según el vient,
con la real pleitesía
a cada hoja, flor, pájaro
que al volar bendecía
las gajas tan ligeras
que hoy ya le ofrecían.
Hoy, la misma brisa
se llevaba y traía
solo ecos felices,
mientras el sol reía.
Y había colorines
desde las muchas hojas
que al río dirigian
las ganas de nadar
hacia la lejanía.
La brisa fue feliz
y me alegro que fuera
¡su día más feliz
desde la primavera!
Encontrando la paz
en todas las fronteras
y hurgando en el clamor
de las aves que vuelan
sorprendiendo con cantos
¡la feliz buena nueva!