¿Y qué más,
en las huellas
de los propios encuentros,
de análisis furtivos
detrás de las cortinas
de nuestros propios fueros?
¿Y qué más,
si desdices
lo tuyo de lo nuestro
y el cielo, que era propio,
se nos tornó en ajeno
con las nubes tendiendo
volcanes en sus lechos?
¿Y qué más,
si te marchas
cuando yo me devuelvo
en mar de olas cruzadas
y ruidoso aguacero?
¿Y qué más,
suspirando,
si me marcho a tu encuentro
y te digo mil veces
lo mucho que te quiero,
aunque tengo mis notas
discordantes, reservo,
un amor que parece
crecer en mis deseos… ?
¿Y qué más si me olvidas
y yo anulo el olvido
cubriéndote de besos?