Logro vestirme hoy
de la natura meridiana
que me plena.
Soy el Sur en sus palmas,
sus orillas,
sus aguas sempiternas,
su languidez de cielos,
sus brillantes arenas,
al borde de las playas,
el furor de agua libre
corriéndose en tormentas
donde el rojizo suelo
las espera,
en marcha jubilosa,
hacia otras aguas,
las del Caribe mar,
tras de su eterna fragua.
Soy Sur, desde la plenitud
verde de montaña
hasta salobres vastedades
conjugando
los linderos desde el alba.
Soy Sur
ancestralmente ignota,
escondida y hallada,
plenitud de mil diásporas
que se juntan y cantan
en voluptuosos labios
alegres, bondadosos,
enamorados, cálidos
en los cánticos libres
de amor y de labranza
y unen manos morenas
nacidas indias, negras, blancas.
Soy Sur
de gallardía
sobre frente y espaldas
sembradora de bienes
en los surcos del alba.
Soy Sur,
logro cubrirme
de toda su arrogancia
y cantarle a la vida,
más allá de la historia
que oculta en sus entrañas.
Soy Sur,
altivamente Sur,
vistiéndose de Patria.