Hoy es un largo día,
las nubes opacaron al sol
hace unas horas,
la lluvia,
tan menuda y certera
inundó las aceras
las hojas se lanzan a jugar
con las gotas que vuelan
sin soltar su asidero,
y el viento,
jugando también
entre las ramas
hace danzas y danzas
con el debido esmero.
El río viaja
en una dirección diferente
a la de todos los días,
hace olas pequeñitas
y las borra.
Yo pienso que su danza
con la brisa
es un encuentro casual,
sin compromisos
donde todo se aleja,
donde todo se olvida,
todo se mueve
y todo
sigue también su juicio.
Son los malabarismos de la naturaleza
enseñando sus ritmos.
¡Total! el día es dueño de ese tiempo
¡que una vez compartimos!