Una vez y otra vez
el mismo sueño
con la misma perseverancia
de las olas
que mueren al agar
o a su criterio.
Y una vez y otra vez,
según los medios
de cuestionar ideas,
siempre tontas,
en ese mar violento
que me agobia,
pidiendo más de mí
de lo que debo.
Y es absurdo tratar,
siempre sintiendo
toda la majestad
del tiempo
en ese diario andar
casi violento,
gimiendo y repitiendo
las maniobras
del hacedor fugaz
de grandes olas
movidas al pasar
por grandes ecos.
Una vez y otra vez,
el mismo sueño,
el mismo andar cansino,
el mismo tedio
que ya agobia,
queriendo o no queriendo
dando lo que ya das
a lo que sobra…