Desde que no te veo,
mis deslindes
hacen más poderosa
mi propia lejanía.
Detractor de la ausencia
asimilas las sombras
con un grito que fluye
sin ecos ni respuestas.
Desde que no te veo,
camino siempre
sobre la misma senda,
sin encontrar tus pasos
en mis huellas.
Y mis sendas profundas
te niegan la creencia
de un amor que no encaja
sus huellas con mis huellas.