Cosida
Cosida

Cosida

Cosida a los linderos

de la brisa,

hurgue entre lo que extraño

y lo que aun deseo.

Nada pude pensar

que fuera consono,

con ese palpitar

y mis desvelos.

 

Cosida a las memorias

que pululan

en ese gesto extraño

de mis ruegos,

juego a experimentar

con toda letra,

poniendo a mis designios

algún dejo.

Y es la nostalgia tonta,

en la cual leo,

cuando escribo los versos,

que ahora dejo,

sin entender siquiera

lo que anhelo.

 

Cosida entre las tantas

vastedades,

el pensamiento juega

entre los velos

de alguna nube gris

que alcanza altura

para plenar de gotas

los senderos.

 

Cosida voy

a un canto, señalado,

que ya cubre la paz

de mis desvelos,

mientras alerta el trino

de las aves,

uniéndose a la tarde

desde lejos:

es íntima soledad,

es lluvia y viento,

son lejanas montañas

y son tontos anhelos.

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