Mayo
Mayo

Mayo

Mayo se desplaza

como si quisiera

terminar la zafra

de la buena tierra.

A veces gimiendo

su latido de aguas,

a veces creciendo

flores en sus galas,

gracias a la vida

que la lluvia lanza.

Entre estereotipos

de gotas en rafagas,

se alegran los montes

con su alegre danza.

Hasta los pericos

aletean con ganas

diciendo las cosas

que solo conocen:

los brillos del alma.

Y yo aquí, tendida,

dentro de mi hamaca,

busco entre las flores

las mejores galas;

sonrió al diluvio,

cuando así declara

la ofrenda a la vida

en poncheras de agua.

 

Rama y más ramas

meciéndose cantan…

al agua y al viento

¡que siempre acompañan!

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