Volver
Volver

Volver

Volver es claudicar,

sin más amarras

que la propia conciencia

agazapada.

Mirando de reojo

cada lápida

con sus letras untadas

por las lágrimas.

 

Volver a juntar todo

lo que se fue del alma,

exorcizando todo lo que amarra 

es converger en eso

que aún llamamos calma,

jugueteando, en las noches,

con el alba y su magia.

 

Buscar, de alguna forma,

alguna dádiva

que medite la luna

cuando pasa,

creando los designios

que aún nos atan.

 

Murmurar quedamente,

como un rezo,

el hilo de recuerdos

que nos llama.

Vislumbrar nuestros sueños

con sus nubes

airosas de impulsar

sus nuevas caras,

y oponernos a todo,

cada hora,

con el hilo de luz

que nos faltaba.

 

Volver a claudicar

es el dilema

que más pesa

en las horas ,

cuando se atan

ese ser y no ser

lo que una vez soñaras.

Y vas tejiendo 

tu mantel de auroras

imaginando el curso

que seguirá tu zafra.

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