Tan Triste
Tan Triste

Tan Triste

Cabizbaja,

tan triste como yo, dentro de mí.

Taciturna,

tan retraída y reservada como yo,

fuera de mí.

Apagada llama

que sucumbe tristemente

a la eterna costumbre de estar triste.

Siempre triste.

Con esa tristeza tonta

que no oye motivos ni corrige.

A pasos,

descubro las sonrisas de los que amo

y vuelvo a preguntarle a mi tristeza,

el por que de un vivir

enquistada en mis miembros,

en mi sombra, en mi estela,

en mis hondos repliegues

negando la conciencia,

poniéndole palabras a mis horas,

llenándome de esclava somnolencia,

gravándome de tristes directrices

cuando puedo vivir de otra manera,

sonriendole a la vida que me entrega

sus momentos sublimes y felices.

 

Triste,

para nunca torcer

mi brazo de estar triste.

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