Hay sueños puros
hechos para soñar
con las estrellas,
en los días que son
como otros días,
rumiando, como siempre,
en la pereza.
Hay sueños libres
que pertenecen a todos
los que ya aprendedn
a no soñar.
Hay sueños buenos
que sugieren los cambios
que deseamos hacer
y nunca recordamos.
Hay sueños tristes
que nos harían más tristes,
si eso fuera posible.
Y hay sueños tontos
que se hacen más tontos
!aún cuando los piensas
y los dices!
También sueños alegres,
esos duran muy poco
rumiando en la corriente
de lo que siempre quise,
lo que no tuve en mente,
lo que quedó grabado
para estar muy pendiente
de dejar esos sueños
¡largarse para siempre!