Algunos versos duermen
sus sueños de ser niños.
El viento sopla y llega,
despertando latidos.
Y los verbos, que siempre
dormitan tranquilos,
despiertan con preguntas
y alborotando lanzan
sus locos desafíos.
Algunos versos juegan
a despertar los sueños
¡qué nunca había tenido!
No se por qué no duermen,
si estaban tan tranquilos…
No se por qué me llevan
a locos desafíos, subiendo
que ya saben que nunca
fueron mios.
¡Sólo escribí mis cuitas
sin mayor compromiso!