De un resurgir de olas
regalando recuerdos,
quedó mi día triste,
sus horas transcurriendo.
Mirando sobre el río,
el tiempo va pasando
sin que pierda la ruta
del camino que fraguo.
Y parecieran horas,
las olas que voy viendo
cuando llegan y mueren
como los pensamientos.
Hoy tiene esa tristeza,
la corriente del río,
no importa si se marcha
o se queda conmigo.
Somos dos saludando
al viento y a la vida,
que hacen volar las hojas
y abrazar las heridas.