Protegida
Protegida

Protegida

Fehacientemente protegida.

Heredera de un cosmos

trashumante.

Perdida en la quietud 

que da la Diana,

cuando en su bosque

esculpe los pesares

en la piel de los árboles,

o en las lajas delgadas

de las primeras piedras

que duermen en la playa.

 

Así busca el destierro,

que la inclina

a pedri voluntades

de algún género

y, perdida y fugaz,

como declara,

le da por no pensar

en los quehaceres

que alguna vez tramara

en las montañas.

 

Ella es la luna,

triste y trashumante,

en sus primeros pasos por la playa…

esperando canciones que le digan

del amor, siempre fiel,

que nunca acaba…

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