A veces, busco
un ser no siendo,
y habiendo sido,
lo que ahora no soy;
no estoy perdida
de la propia conciencia,
en millares de millas
descubierta
para seguir la red
del haber sido.
A veces,
se marchitan imágenes
y se abren los caminos.
Uno y otro en el plan
de los viejos instintos.
Es, cuando se es sin ser
que emanan los conflictos
con la misma cadencia
que se elaboran mitos,
mitificando todo:
lo futuro y lo existente.
A veces,
suelo marchar a duo
de los cuerpos silentes
tratando el no saber
de nada persistente,
difusos, irreverente
que haga vibrar mis alas
para el vuelo celeste.
A veces,
llego a la paz formal,
esa que no se siente,
esa que olvida todo
lo que nos pertenece,
dejándole a la vida
los dimes y diretes,
que tan solo hacen daño
para tu vuelo en ciernes…