En este maremoto
que va cruzando horas,
mi río multiplica
la fuerza de su s ondas,
y, va ligero, presto,
indagando en el tiempo
las horas que me faltan
para los desconsuelos.
El sabe que estoy triste,
aunque siga sonriendo,
y aunque pasen parejas
añorando recuerdos,
con sus brazos atados,
a los tiempos más viejos;
mi río indaga cosas
desde los sentimientos…
Es este deambular
hacia los mismos ecos…
lo que lo va llevando
hacia otros derroteros.
Y yo lo miro triste,
lo mismo que sintiendo
como alarga los brazos
y duerme en sus requiebros…
Mi río pasa y pasa…
Aún así, sigue preso
dentro de viejos moldes
¡sin siquiera saberlo!
Y yo lo miro y callo,
sintiendo el paralelo,
mirándome a mí misma
sobre el eterno espejo,
pensando en la semblanza
¡de los tantos recuerdos!