Y, ¿qué tal si me marcho
olvidando premisas,
como quien busca aires,
respirando deprisa,
en un navegar cierto
que derrota las siempre
encalladas noticias?
Y, ¿qué tal si me hundo
en mi «nunca recuerdo»,
olvidando el pasado,
escribiendo en futuro
mis futuros desvelos
y despertar, de pronto,
más allá de mis anhelos?
Y, ¿qué tal si navego
sin tener rumbo fijo
y llego hasta mi playa
de los perdidos miedos,
sin sopesar lo mucho
que te tengo y te pierdo?
Y, ¿qué tal si abandono
mi ser en cualquier parte,
sugiriendo que pierdo
el placer de asombrarte,
mirándome en el fondo
de escondidos parajes?
Y, ¿qué tal si te olvido,
siembro mi plaza aparte,
descorro las cortinas,
me figuro anhelante
por los tantos motivos
que aguardo al enfocarte,
y, de repente, siento
que respiro al mirarte
y, a pesar mío, siento
que es mejor perdonarte,
sembrándome en tu sombra,
mirando hacia adelante?