Preguntas
Preguntas

Preguntas

Como quien tiene un imán

para atraer pesares

yo te atraje hasta mí.

Desde mi espectro

no divise las sombras

que cobijan

el halo de tu ser,

me sentí altiva

y pensé en otorgarte

la dádiva

de mi amor iluminado

y no sentí tu sombra

en mi alegría.

Pensé:

tu oscuridad es un velo

que ya no existiría

porque podría rasgarlo

en infinitos trozos

insignificantes…

¡qué absurdo!

Cada ínfimo pedazo

me condujo al abismo.

¿quién soy?

¿quién soy?

La nada resurrecta

de mi misma

tiene una voz opaca

y sin sentido.

La ceniza final

de un mal momento

repetido mil veces

¡tan vencedor y sordo

como mi espacio mudo!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

RSS
Follow by Email
WhatsApp