Soledad
Soledad

Soledad

La soledad fraguó con sus matices

oscuros vertederos,

donde se pierden ya mis fantasías

con la añoranza mía y los recuerdos.

 

Esta quieta soledad vive conmigo,

no le preocupa el hambre de te quieros,

se acongoja de noche, con la lluvia

y amanece vestida de consuelos,

que no parecen alegrarle el día,

aunque me deje sola en mis requiebros.

 

Amiga soledad que me consuela

con solo verme la mirada triste,

pues más triste que yo, se le ve sola

cuando reniega ver mis cicatrices.

 

Soledad, soledad que me rodea

distrayendo mi angustia o mi nostalgia

mientras canta canciones que me niegan

la soledad total para mi calma,

antigua compañera de mi infancia.

 

Todos estan aquí, mas sin embargo,

siento la soledad cuando me abraza

y delicadamente me susurra

todos sus mitos, sus alegorías,

cernidos por el miedo que le causa

ser más triste que yo en su letanía.

 

Soledad, soledad, no me sustraigas

a este buscar los brazos que me atraigan

a la vida sin ti, sin la melancolía.

Porque esta soledad sin penas

que me ofreces,

tiene miedo de amar el nuevo día,

cuando las sombras, nostálgicas, perecen

ante el nuevo clamor de la poesía.

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