Yo te acuso por amarme
de esa manera innoble,
incauta y precavida.
Innoble porque pretendes
que te quiera más a ti
de lo que yo misma siento
por mi propio pensamiento
o mi propia realidad.
Incauta porque antepones
una inocencia traviesa
cada vez que tropiezas
con mi ola de vuelo andante.
Y precavida, porque
en lugar de dar razones
debes dar besos salvajes,
groseros y dolorosos
cuando está junto a tu torso,
mi torso de camuflaje.
Yo te acuso por quererme
de esa manera imprecisa,
cuando consigo en la prisa
mas amor para la entrega
y en la premura andariega,
tan prevenido te veo
que se me corta la audacia,
le pongo freno al deseo
de entregarte en el querer
toda la miel que guardaba.
Yo te acuso,
yo te acuso,
por este amor que no acaba.