Tú, mi niña,
siempre dadivosa
piensas querer
a quien te necesita;
pero,
quien quiere llena
tal como lo haces tu;
no sustrae,
no arranca,
no diluye,
no blasfema,
no deniega
de tu fe y fortaleza.
Tú, mi niña,
siempre llenas de amor
mermando sombras,
llenas de amor
curando penas.
Llenas de entregas,
espacios y promesas,
mitigas soledades,
pero jamás te abrazas
con la entrega.
No buscas ese amor
porque te ama,
tu buscas ese amor
porque estás sola.
Pero,
la soledad de dos
es más confusa.
Duele más,
que la sola soledad
con la que vive
cualquier humano ser,
aunque esté lleno
el cuarto donde está,
la casa donde mora
q el camino que cruza.
Vive tu soledad
acompañándote de ti,
de la luz que proyectas
sobre todos,
se tu misma en esencia
y, abrázate, entendiendo
que soledad y dolor,
no son lo mismo.
Tu puedes estar sola
con tus sueños,
y hacerlos realidad,
estando sola.
No,
no está a tu alrededor.
esa seguridad que buscas
solo está en ti,
para ti,
para hermanarse a ti
y acompañarte siempre.
Después, sólo después
surgirán los momentos.
Vendrá la compañía,
mientras tanto,
tú te tendrás a ti,
para lograrlo.