Allende El Mar
Allende El Mar

Allende El Mar

Allende el mar,

cercana a tus riberas

me puse el camuflaje

de infortunios,

para inutilizar,

de alguna forma,

tu celeste impiedad

de ríos profundos.

 

Allende las fronteras

de tu boca,

puse en la mía miel

para cercarte,

queriendo trastocar tu indiferencia.

 

Allende el río,

jugué

a estar presente,

en tu río creciente

en avalanchas.

 

Allende al más allá,

llamé sin que escucharas

ni una sola plegaria,

derramada,

y tuve que volver

sin merecerte.

Y en ese mismo mar

me has enseñado

que no sirve lamerte

los costados,

para todos te das,

para mi ¡nada!

Tan sólo el exigir

que me inmolara

en la más fría lápida

de todo el camposanto.

Que amarte a ti

es un morir constante,

la misma sed,

el hambre avasallante

y no sentir que fuimos,

aunque estamos,

en este mismo barco,

amordazados.

 

Allende tus riberas,

volé,

vuelo de águila insegura,

derramando las aguas,

que furtivas,

besaron mi costado y tu costado…

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