No sé,
Yo no pude ver nada.
Solo el presentimiento
de un aluvión de aguas
abriéndose en los cauces
de la tierra mojada.
Tornándose en oscura
piel de engendrar los miedos.
Ubres abiertas siempre
derramando tragedias.
No sé,
No sé cuando empezó.
Yo no pude ver nada.
Solo sentí la angustia
de todas las miradas
y un vendaval descolocando
caminos, árboles, casas,
Y gritos, muchos gritos
hiriendo las cascadas,
y llanto, mucho llanto
unido al estallido
de un mundo destrozado
en furias desatadas.
No sé,
no sé qué vientos.
No sé,
No sé qué aguas.
Si se que el río es dueño
de todo el transcurrir
de su lecho y sus ansias.