¡Hola, Rosa!
¡Qué grande es tu corola
y qué hermosos colores
te puso la armonía
de la Naturaleza!
Te distingues así,
con tal realeza
sobre todas las flores
del jardín.
¡Qué grande tu virtud de hoy!
Altisonante y glamorosa.
Lástima que entre todas
las flores que lo adornan,
serás tú, la primera
en prescindir del cáliz
que sostiene
la hermosa cualidad
de cada pétalo
y el colorido audaz
de tu pistilo al viento.
Otra rosa abrirá,
mientras mañana,
la belleza de hoy
verá la vana
hermosura
que la besa,
marchitarse en adiós,
cuando amanezca.