Cambiando la injusticia
por la afrenta
de verte cada día
en la ignominia,
calce las botas
de las decisiones
y ando en pie de lucha
animándome el día.
Cambiando mi promesa
de guardarte
como buen samaritano
en la vigilia,
calce las botas
de las sinrazones
y me hice guardia eterna
de tu herida.
Cambiando un canto triste
que me vino
desde no se que tanto
a entristecer la vida,
calce las botas
del alegre baile
y estoy aquí danzando
a tu alegría.
Cambiando el rostro,
siempre pensativo,
para hacer más airoso
tu destino,
calce las botas de las construcciones
y aquí estoy erigiendo
un templo digno
donde justicia y paz
van de la mano
del pobre que hace siglos
las va pidiendo a gritos.
Cambiando el rumbo
de las deserciones
le fui pidiendo a todos
que fundieran
en una sola roca
la luz y el idealismo
y me calce las botas del futuro
que no admite traiciones en las huellas
que juntos ya fundimos.
Cambiando para siempre
los designios
de la Historia que avanza,
decidimos
calzar las botas de la nueva Patria
porque Ella esta esperando
para vencer y unirnos
a ese futuro hermoso que la espera:
más humano, más justo,
más honroso, más alegre, más digno.