Canté sin sutilezas
con todo el desparpajo
que sembró mis simientes
de hace siglos,
uniéndose tres razas
a un destino,
la parte que me toca
¡y al carajo!
Canté siendo sincera
sin consideraciones
y sin mirar atrás
quien me seguía
amigos
y amigas
iba dejando atrás
en ocasiones
quizá,
robándoles algo
que les pertenecía:
mi propia lealtad
¡y al carajo!
Yo ni siquiera supe
de dónde le surgió
la simpatía
que los uniera a mi,
tan sin sentido a veces.
Me paré ante el espejo
y sintiendome mia,
me impuse regalarme,
sin esperar
siquiera regalias
¡y al carajo!
Ahora
y de pronto,
con los años vividos
no quiero,
con mis niños,
más amarre
que un recuerdo querido
¡y al carajo!
De ti,
no pido nada
ya todo lo he cobrado:
bendición y miserias
en un mismo legajo.
Puedo morirme ahora,
convertirme en cenizas
¡y al carajo!
De ustedes:
¿qué me espera?
los ame
y me amaron,
si no nos queda nada
para ofrecer entonces,
cerremos el contrato
¡y al carajo!