Mientras las hojas danzan
mirándose al espejo
del diáfano río
que navega despacio,
las ramas de los árboles
saludan a tu paso
y en su reposo verde
hacen nidos los pajaros.
Mientras pasan las voces
sus cuitas murmurando
y el cielo nos alegra
con azules ocasos,
mientras todo sucumbe
a la tarde que avanza,
cada voz ya mantiene
su punto hasta el cansancio.
Mientras el tiempo gasta
las horas, en su tránsito,
somos dos platicando
acerca de los nuncas,
los porqués y hasta cuandos,
perdidos en las treguas
que nos damos a ratos
sin nada preguntarnos.
Mientras las aves pasan,
así, sin saludarnos…
y las palmeras
casi como los pájaros,
ya la brisa sacude
sus trenzas en el patio,
¡qué derroche del tiempo,
el que tú y yo gastamos!