Es importante que te hable,
a solas…
Que te deje saber
lo que me hiere.
Es importante que comprendas
hasta qué punto
puedes hacerme mal
sin comprenderlo.
Mi alma está sembrada en ti,
¡te necesito tanto…!
Mi cuerpo está sembrado en ti,
¡te necesito tanto!
Pero mi cuerpo es estático,
¿comprendes?
Tú eres su morada,
su posada feliz,
es ancho nuestro hogar…
Para mi cuerpo, si
pero mi espíritu…
¡es tan etéreo!
Aprisiona mi cuerpo
entre tur manos,
aprisiona mis penas,
mis alegrías todas,
pero no quieras
aprisionar mi canto.
!me matarias!
¿no lo comprendes?
No pertenezco a ti,
ni siquiera yo misma
me pertenezco a veces.
No es este mi lugar
porque no existe ni una vaga
frontera, entre mi yo y mi
canto.
¡mi canto es lejano!
¡y mi canto es profundo!
¡y mi canto es eterno!
Soy libre !libre!
¿lo comprendes ahora?
Debo seguir así,
libre de miedos,
libre ya de pesares
y de tedios.
El canto ha echado
sobre mi alma
sus raíces…
Y son tan hondas…