Siempre caminando,
el hombre adivina
su camino largo
y entre huella y huella
que dejan sus pasos,
historias añejas
se vienen forjando
dándole a la vida
diferentes rasgos.
Siempre caminando,
con andar seguro
que no quiebra el paso
a rato resuelto
por el largo espacio
que pone entre líneas
los muchos fracasos
o las muchas huellas,
o los desengaños.
Asi, en el camino
que narran los pasos
se preñan las huellas
de risas y llantos
y el hombre adivina
las líneas más finas
del futuro manso.
Siempre caminando,
en busca de logros:
desde los más hondos,
hasta los más caros,
o los mas superfluos,
o los mas negados,
el hombre camina
su sendero largo.
Siempre en la vigilia
del sueño negado,
asiduo en su busca
de lo no logrado,
siempre repitiendo
lo siempre ignorado.
Siempre recordando,
a pesar de todo,
su eterno fracaso,
de comprar auroras
con dinero falso…