La Propia Celda
La Propia Celda

La Propia Celda

Oigo cantar los grillos,

los grillos tienen cierta

su celda entre las hojas.

 

Oigo croar los sapos,

que también están presos

en su húmedo espacio.

 

Miro al árbol cercano,

me le quedo mirando.

También el árbol tiene

tan solo el largo

de sus brazos,

y no es libre,

no es libre,

más allá del abrazo

que le brinda el perenne

escudo de su tallo.

 

Y me pregunto ahora,

en tanto o entre tanto:

si hasta los grillos tienen

sus celda entre las hojas

y son felices dando

sus saltos y más saltos

¿qué más da si mi celda

tiene tan solo un cuarto?

 

Mira ese cielo y vaga

por todos sus espacios…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

RSS
Follow by Email
WhatsApp