Tanto mirar pasar
la senda de la vida
uniendo con sus hilos
nuestras manos
hijos, ilusiones,
todo nos reunía
¿por qué dejar
que venzan
los obstáculos?
toma mi mano
fraternalmente
y dime:
¿no compartes tu pena
con mi pena?
¿por qué vivir entonces separados?
¡caramba hermano!
que estas aquí,
conmigo,
a mis espaldas
y por cada centímetro
en cimientes
eres testigo y parte
de mi andanza
¿por qué ese olvido
necio y claudicante?
¿por qué no abrir
los brazos
mansamente?
¿por qué no alumbra
tu sonrisa buena
mi rictus
impaciente?
He pensado,
he sentido
la soledad de ti
quejándose
en mi alma
me hace falta
retener
tanto recuerdo niño
no cancelado aún
por la amargura
interna de los años
¡tanta complicidad
y tanta travesura!
¡tanto cariño mío
al tuyo entrelazado!