Escrutando la piel de las palabras
encontre, sin querer, significados
que nunca imagine, existirían.
Es que cada palabra
tiene sus propios poros
por donde ellas respiran,
Su dermis, su epidermis
de acuerdo a los sentidos
que les des, al usarlas.
Tienen también sus mitos y sus tretas,
su segunda intención y sus señales.
No es lo mismo decir
lo que tu dices,
cada hora del día o de la frase.
Hay palabras que hieren, y esas mismas,
pueden llegar, incluso,
hasta mimarte.
Es que bajo la piel de las palabras
se esconden los deseos
para hablarte…