Si quisiera ser yo,
lo pensaría.
Es tan adusta mi expresión
y soy tan rígida,
que no quiero ser nadie
que se parezca a mí,
y, al momento
torno a ser,
yo de nuevo,
en mi silencio.
Si quisiera ser yo,
me alegraría,
de encontrar otra voz
que se hermanara
con esta hechura mía,
a veces tan cercana
y tan cansina,
que se me olvida a veces
que me llevo a cuestas
a costa de mi misma.
Si quisiera ser yo,
por otro tanto,
que no sea un boleto
bien habido,
me sanaría de mi
con el olvido
de prescindir de mi,
en cualquier parte.
Este caparazón
que me cobija,
no deja de ser yo,
no me contenta,
con seguir en mi misma,
siempre dándome cuenta
y siempre insatisfecha,
por no escapar de noche
en el intento
de dejar de ser yo,
por algún tiempo…