En la naciente vía
en que movemos
las manos laceradas,
agrietadas, nos convida el amor
a unir pasiones
dentro de otras pasiones
conquistadas.
Acompañarnos,
moldearnos,
enterarnos de lo que ahora somos,
movernos al unísono,
absorbernos para poder
entender y entendernos.
Limarnos de asperezas aprendidas,
amalgamarnos,
descomponernos de nosotros mismos,
para resucitarnos
renaciendo en un todo,
simple unidad del todo.
Humedecernos de sudores y lágrimas,
juntarnos en la estrechez
de hacer abrazos.
Socavarnos por dentro
y de raíces
para plantarnos firmes,
sin esa falsa predilección
del horizonte ido.
Quemándonos por dentro,
y de esa llama,
hacer brotar un himno igualitario.
Reconvertirnos, rediseñarnos,
abastecernos de sol
y contemplarnos,
convertirnos en tejas
de hacer techos,
para todos los techos necesarios.
Nos toca ser la mezcla
del maíz cotidiano
que aplaque el hambre
de todos los hermanos.
Nos toca ser lealtad,
amor, justicia,
y para no cambiar,
eludiendo al cansancio,
nos tocará editarnos
en profusión de ideas
y de libros,
que den luz a las mentes
y a las manos.
Nos toca alabar a nuestro Dios
y en la plegaria,
darle muestras del barro
con que fuimos creados.
En la naciente vía
donde andamos
nos toca la magia de volar,
simbolizándonos.
La magia de no ser
diafragma oculto
que pare ocultos males necesarios,
en los ocultos nidos de la tierra,
donde antaño viajamos.
Magia sin atadura y sin reservas,
magia sin ligamentos, atajándonos.
En la naciente vía del ahora,
toda la hora es buena para alzarnos,
con la bandera insignia de las luchas
y el deseo febril de conquistarnos
para nosotros mismos,
sin murallas,
sin mezquindad,
sin egoísmos
que puedan separarnos
del soberano poder
que temple al hombre nuevo,
poderoso perfil del hombre americano.
En la naciente vía
ya resuenan
los millones de pasos
que avanzan y hacen huellas,
en las huellas despiertas de la tierra,
con la lucha que habrá de transformarnos.
En la naciente vía
en que tejimos
sangre, sudor y gritos legendarios,
resucitará el canto del poeta
y habrá un clamor feliz,
acompañándolo.