¡Mira la Patria linda!
como flota orgullosa
entre las bambalinas
las risas y pancartas,
los cantos y elegías!
Mira la Patria linda
como flota
en el azul matinal
de la ciudad en fiesta.
Mira la Patria linda
con su brillo temprano,
tiene una brisa fresca
que te invita,
tiene un clamor humano
que te llega
y tiene la franqueza
del hermano,
y tiene la premura
de un futuro cercano,
y tiene el corazón
rojo, encendido
clamando ver sus hijos
ejerciendo destinos
más gloriosos, más dignos.
Me pongo la chaqueta
y bajo hasta la calle
encuentro ya mi espacio,
donde espacio no había
y comienzo a cantar
cantos que no sabía,
la memoria es muy dócil
para albergar lo propio;
y comienzo a asumir
las voces pregoneras
de este mundo de todos
de este mañana en puertas
Caminando las luchas
del pueblo que hace siglos
se levantó glorioso
en su propia pobreza,
indignamente robado,
atado, envilecido.
Luchó contra dragones,
contra maniqueísmos
y fue vencido entonces,
venciendo el egoísmo.
Abriendo una ventana,
cada vez que luchaba
vencía y fue vencido.
Pero ahora la Patria
recorrerá un camino
que está escrito
emblematicamente
en la sangre de sus hijos;
recuperados ya,
enardecidos ya,
concatenados ya,
dispuestos como nunca
a seguir siendo libres.
¡Mía la Patria linda
como flota orgullosa
entre las bambalinas!
¡Tiene cara de rosa concebida
con la sangre del pueblo
que la ama!