Deseos de escribir en estas tierras
cuyos colores mutan a sus anchas,
entre la placidez del río, que saluda
con sus menudas ondas,
y las grandes premisas de los vientos
que cruzan las distancias,
mientras el frío llega y nos relega
solo al tibio resguardo que consigas
detrás de los abrigos y bufandas.
Deseos, más que deseo
anhelos,
de comprender mi vida en estos climas,
con esa placidez que no poseo.
Escribiendo en mi diario
de estaciones vividas:
lluvias, sombras, colores,
llegan y se regresan
cambiandonos la vida.
Deseos de escribir en estas tierras,
deseos que se marchan
siguiendo directrices
con cada mutación de días grises,
que parecen vivir tan a sus anchas.
Deseos de escribir en estas tierras,
hurgando en la conciencia
de mis ramas,
¿qué nuevo rumbo tomarán mañana?