Entre ventas y tertulias
entre festín
y conciliábulos
se fue perdiendo la Patria
y Juan
que se muere de hambre
enjuto y desmemoriado
siguió votando por ellos
y ellos siguen gobernando
hasta que sonó la Diana
la diana del ¡hasta cuando!
Y se oyó un clamor de voces
amaneciendo el campo,
otro creciente murmullo
despertó la ciudad entera
y poco a poco los hombres
se fueron como hermanando,
como pintando destinos
como juntando trabajo
como viendo en el espejo
la historia que le negaron
fue así donde vi la idea
cristalizando el espacio
fue así como abrió una llama
la hornilla del Padre Santo
y la Patria se me puso
rojita en la madrugada
cantando una canción fuerte
para sus otras hermanas
que se oiga en el continente
entre gritos, atarrayas,
entre ponchos y tambores
entre estilvanes y flautas
entre corríos y parrandas
que mi pueblo se hizo grande
de tanto amor por su patria
y así seguirá por siempre
blandiendo la nueva idea
que quepa en la nueva América
auténtica y visionaria
para el fruto de sus hijos
herederos infinitos
de esas tan grandes razas
un hombre que mira al cielo,
y mientras tanto trabaja
que ha de venir de sus brazos
y de sus manos morenas
la moldura de ese barro
que ya nos va haciendo libres
de pensamientos y acciones
que sirvan para adornarla
porque a esta Patria, Bolívar
se murió por tanto amarla.