Calma, calma,
poderosa hacedora
de amor o desconcierto,
vuelo de pájaros negros
se agazapan
a la sombra de tu árbol,
profundo receptor
de lo siniestro.
Calma para la lucha,
para el deterioro de la luz
más conveniente.
Y en la calma,
muerte,
calma, calma,
para calmar los odios
que anochecen.
Calma tambiVn
para toda la alegría
que florece…
Aún para el perdón,
esa calma que duerme
sin temerle al mañana,
alma y calma de siempre.