Vengo de cualquier parte
y del olvido
que abrazara mi fuerza
a mis abismos.
Busco, en cualquier alarde
un rumbo fijo:
ese perdido y triste
que siempre salve
una puerta segura
que nunca falle.
Vengo de cualquier parte
entre los designios
que entrefara el destino
mañana y tarde,
y ando buscando hallazgos
que nunca tuve
con la esperanza quieta
que nunca falle.
Vengo de cualquier parte
y de algún modo,
para hacerte sentir
mal, si fallaste,
marginando deseos
que siempre tuve,
¡voy negando la luz
para alumbrarte!