En desarraigo
de mis pertenencias,
acumulo detalles
en tu ausencia.
Avanza mi avanzada
de pequeños detalles
con la cruel indulgencia
de tus juegos y ayes
que van rumbo a tu mar
o hacia tu nueva meta.
Prohibido soñar
con ansias prohibidas.
Prohibido anular
lo ya anulado
con toda la horfandad
de lo deseado.
Y prohibido, en mengua
de excusas y de hábitos,
inciertos o dañados,
aminorar la espera
de lo nunca esperado.
En desarraigo
de lo fuera propio,
en esa propiedad
de lo deseado,
hago cuentas en cuentas
adivinando arraigos
más hondos que tus metas,
más fuertes que mis metas,
hundidas en el mar
de los tontos presagios.