Yo no sé por qué cargo
esta tristeza larga,
merodeando en mi entorno
como si no importara
redimir las razones
o querer sepultarlas.
Yo no sé por qué ríe
la vida, en su avalancha,
importando lo poco
que yo misma fraguara
en mi mar de promesas,
mi río de esperanzas.
Yo no sé si la vida
queriendo, con sus ganas,
amarrar los recuerdos
como una estela larga
quiere trazar, de pronto,
otra senda que pasa.
Yo no sé por qué milagros
las risas recrearan
en este gris otoño
cuando caen las hojas
de mi tonta añoranza,
y miro, y nada siento,
como desnuda rama.