Aquí en mi soledad
cuántos kilómetros
deteniendo el cansancio
que ahora siento
en esa ruta real
que me he propuesto.
Aquí en mi soledad
cuántas sonrisas
en cada amanecer,
que es cuando siento
la soledad venir
a acompañarme.
Aquí desde esta silla
tan vieja, tan usada,
se envuelven las palabras
en camuflages,
cada una al estilo
que le diera la gana.
Aquí sin encontrarme,
aquí sin encontrarte,
cuánto tedio llamando
la bolsa de recuerdos
sin esperar al tiempo,
o a los tontos lamentos.
Aquí soñando todo
para el rumbo que llevo
a veces animada
por lo que, a veces siento,
y otra vez claudicando
a mi mayor deseo.