Y si tu tuvieras
las mil ilusiones,
los tantos recuerdos,
los muchos lamentos,
los tantos requiebros
que llevo guardados,
verías lo mucho
o poco que guardo
entre pena y canto,
¡con mi mar de leva
y mi cielo nublado!
Y si tu quisieras,
y si tu miraras
las cuantas espinas
que tengo grabadas,
los cuantos pesares,
los cuantos deseos
perdidos, jugando
en un toma y dame
que sigue cruzando
la cuesta más alta,
los techos más altos,
los tantos callados
mensajes que escribe
mi mundo ignorado.
Y si tu tuvieras
los mismos legados:
por qué y hasta cuándo
pudieras dejarme
ese sueño largo
sin las ilusiones
que sigo llevando
desde el mismo tiempo
que vivo, buscando
ese toma y dame
de los desamparos.