Una y otra vez,
así como queriendo,
puse mis grandes alas
a volar en los sueños,
por cielos, siempre azules,
soleados y agoreros
de mejores discursos
y de hermosos futuros
que ansiaba, sin saberlo.
Fué así, como en la ruta
de los mejores vuelos,
encontré tu nostalgia
tendida en mis aleros,
y me sentí perdida
entre tu abrazo nuevo
¡enredando mi musa,
sin siquiera saberlo!
Una vez fuí la presa
y otra vez fué tu miedo
de perderte y perderme
por los mismos senderos,
encontrando en el viaje
lo mejor que tuvimos
al soñar y vencernos.
Porque los sueños vuelan,
como siempre, a su riesgo,
y tú soñaste el sueño
que recorrió mi almohada
para cantar mi miedo
esa canción a dúo
que cantamos seguros
de encontrarnos, siguiendo
la ruta de los astros
con nuestro propio anhelo.
Y los sueños, son esos
que tuvimos, durmiendo,
en un trinar de almas
sobre un vasto sendero.
Tú pidiéndome toda,
yo entregando sin miedo
lo que debía ser tuyo,
como mío tu empeño.
¡Fué así como vencimos
tu asombro y mi desvelo!