Hacia remotas eras
de sueños encontrados,
va mi musa trazando
sus líneas de soslayo,
y despierto de sueños,
de riberas, de espacios
que me fueran legados,
con esa pertenencia
que nunca había pensado.
Es así como vienen
las olas a mi lado,
en el río profuso,
tranquilo, sosegado,
cada idea que brinda
el danzar de ondas libres
bajo el cielo nublado.
Hacia remotas tierras
va mi vuelo cruzando,
sin que nada repliegue
las líneas que ahora escribo,
mientras el sol avanza,
los pájaros, tornando,
hacen su coro diario
y se cambian de rama,
cambiando las notas
de mañaneros cantos.
Hacia remotas eras
de sueños encontrados,
va musa de siempre
mi verso acompañando,
mientras el día abre
su sorpresivo encanto
y el sol, como si nada,
se queda recreando
su luz sobre las nubes
que siguen ocultando
el poder de su fuerza
sobre el terreno cálido.
Así avanzan las horas,
entre trinos y vuelos
de las aves buscando
su amanecer de luces
en las ramas del árbol,
que siempre ha estado preso
de las ondas del río
y del sendero largo…