Como si fuesen olas
los días van pasando,
en ese mar fortuito
que anida espera y llantos,
rendiciones, vendimias,
amores que se marchan
hacia un camino arduo,
donde perecen siempre
ilusiones y cantos
entre un no sé de olas
fabricando legados,
soportando las mieses
de alardes y deseos
sumidos en fracasos.
Como si fueran olas,
las que van reclutando
los sentires de siempre
nacidos del desánimo,
van rumores de vientos
entre nubes danzando,
equilibrando sueños
que nunca soñamos
entre un batir de alas
para un vuelo anunciado
llevándote tan lejos
para volar la estela
con los viejos deseos,
con su espera y su canto.